Los Enanos se caracterizan principalmente por ser una raza sumamente fuerte y resistente a pesar de su pequeña estatura, son prácticamente inmunes a las enfermedades, debido a su ímpetu parecen ser incansables y su vida se prolonga por mucho tiempo por lo general viven al rededor de 200 a 300 años. No obstante a pesar de ser tan resistentes siempre son recordados por ser los mejores herreros, siendo capaces de forjar desde las mejores y más poderosas armas hasta la más bella de las gemas. No obstante su delirio por los objetos preciosos y de gran valor como el oro y las joyas, llega a opacar sus grandes habilidades haciéndolos codiciosos y desconfiados, alucinan con conspiraciones y su paranoia enceguece su juicio.
En el pasado, los enanos fueron una raza que recelaba salir de la seguridad que le proporcionaban las montañas donde habían excavado sus fortalezas. Sin embargo, cuando los tambores de guerra
sonaban eran los primeros en tender la mano a sus amigos y aliados poniendo a su servicio el coraje y el valor que los caracterizan.
Los enanos provienen de los terráneos, una raza de criaturas humanoides de piedra viviente. Los terráneos fueron una de las razas creadas por los titanes para que siguieran dando forma al mundo de Azeroth después de que ellos lo abandonaran.
Cuando tras la Guerra de los Ancestros implosionó el Pozo de la Eternidad, causando el Gran Cataclismo, los terráneos sufrieron las consecuencias y resultaron gravemente afectados sintiendo el dolor de la tierra como si fuera propio. Se retiraron
a sus lugares de origen, las ciudades construidas por los titanes - Uldum, Uldaman y Ulduar — e hibernaron aproximadamente ochocientos años.
Cuando despertaron, descubrieron que sus poderes sobre la piedra y la roca habían disminuido considerablemente y su dura piel se había transformado en una blanda capa de carne. Aquellos que despertaron en Uldaman, migraron a las montañas nevadas de Dun Morogh y fundaron la ciudad de Forjaz. Esta transformación tuvo ciertos factores que provocaron diferentes clases de enanos. En algunos casos estas diferencias influyeron sobre sus formas de vivir y de pensar que a menudo incluían la creencia de que ellos mismos eran una evolución de los terráneos. Algunos enanos, como los que vivían en Forjas, habían sufrido una transformación más completa (con la excepción de algunas habilidades como la Piel de piedra), convirtiéndose en criaturas de pura carne.
Otros enanos como los natoescarcha, experimentaron una semi-evolución manteniendo rasgos de los terráneos y de criaturas de carne. Sin embargo no todos los terráneos fueron afectados por la maldición de la carne. Algunas de las versiones 2.0 permanecieron inmunes en Uldaman y en Rasganorte. La presencia de los titanes por todo el mundo, especialmente los Reinos del Este y Rasganorte ha hecho que exista una gran presencia de enanos en estos lugares. No obstante, sucesos posteriores hicieron que los terráneos originales se ramificaran en diversas razas y clanes con características propias.
Las interacciones con otras razas por parte de los enanos y sus progenitores, los terráneos, fueron siempre encaminadas hacia miembros de la Alianza. Durante la Guerra de los Ancestros, los enanos tomaron la iniciativa en la lucha contra los demonios invasores
mientras que algunos terráneos también participaron. Aunque la Alianza no estaba constituida durante esta época, este evento fue probablemente el primer encuentro que tuvieron enanos y terráneos con humanos y dragones. El nombre de 'alianza' probablemente se
refiera a la reunión de varios líderes raciales que se unieron para combatir al enemigo si bien algunos de los líderes como Rhonin provenían del futuro.
Como se ha dicho anteriormente, los ahora enanos de carne jugaron un papel más importante en la Alianza que el que hasta entonces habían tenido. Mientras que los enanos de Rasganorte permanecieron inactivos y nunca se aventuraron más allá de Ulduar, los que despertaron en Uldaman, han viajado alrededor del mundo e interactuado con muchas otras razas. El encuentro con los humanos fue seguramente el más importante y tuvo lugar hace aproximadamente 1800 años antes de la Primera Guerra, cuando los elfos nobles, y los humanos ya eran aliados. Las relaciones entre enanos y humanos se incrementaron y pronto ambas razas se convirtieron en aliados. Los humanos enseñaron a los enanos a hablar y escribir en común y los caminos de la Luz Sagrada. Por su parte, los enanos usaron sus conocimientos para forjar poderosas armas para los humanos (como la Crematoria). Aparentemente el nombre de 'enano' proviene de los humanos aunque los elfos nocturnos ya lo habían usado en alguna ocasión con una connotación despectiva durante la Guerra de los Ancestros. Uno de los pocos humanos contrario a la unión de ambas razas fue Lord Garithos quien consideraba idiota a todo aquel que no fuera como él.
Humanoides fornidos y físicamente poderosos, con extremidades cortas con gran masa muscular, con prominencia osea principalmente a nivel del rostro en mejillas, cejas y mentón, narices rechonchas y cara circular. Su color de piel varía del rosado clarísimo, casi blanco, pasando por el cobrizo oscuro, principalmente en los herreros, por el contacto continuo con la forja y terminando en el negro característico de los Hierro Negro.
Mientras que los Barbabronce lucen una piel inmaculada, los MArtillo Salvaje adornan su cuerpo con tatuajes tribales, ya que están más en contacto con la naturaleza que los rodea y poseen una cultura más chamanística (recordémos que actualmente son los únicos enanos que se les conoce la clase de chamán). Los Hierro Negro poseen una piel oscura, casi negra, y lucen unos característicos ojos rojos y sus cabellos siempre son negros o pelirrojos.
Los enanos masculinos tienden a usar cabellos y barbas largas, signo de distinción entre la raza, con variación de colores entre el negro, el rojo, el amarillo y el naranja, generalmente adornadas en trenzas. Las mujeres también tienden a tener gran masa muscular, aunque en menor medida que los varones, y lucen unas largas melenas adornadas con trenzas y complicados recogidos, aunque también es posible ver algunas enanas con el cabello corto.
Los enanos varones pueden llegar a medir 1'35 metros y pesar más de 100 kilos mientras que las mujeres suelen alcanzar como máximo 1'30 cm y 90 kilos de peso.
Los enanos son los mejores herreros de Azeroth por lo tanto son capaces de forjar cualquier arma que se propongan, pero son predilectos a utilizar armas contundentes que requieran y hagan uso de su gran fuerza física
como lo son los martillos, mazos y hachas. Para atacar a distancia esto no cambia, puesto que, fabrican armamento pesado cuyo motor es la pólvora como rifles y escopetas.
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Los enanos fueron creados por Aulë, el herrero de los Valar, que creyó necesario crear una raza resistente y fuerte para hacer frente a la maldad que en Arda reinaba, y no pudo esperar al nacimiento de los Hijos de Ilúvatar. Les desagrada nadar, navegar, volar y montar bestias mayores que un poni, por lo que estas monturas son las únicas que usan cuando no se puede caminar. Su relación con las otras razas suele ser amistosa si no tienen motivos para recelar. Son muy amigos de los hobbits, pero con los hombres y con otros enanos su relación depende del reino o facción en cuestión. En un principio se llevaban bien con los elfos, pese a que ellos los cazaron y llegaron a afeitar a algunos antes de darse cuenta de que eran una raza civilizada. Aunque los enanos les perdonaron, la soberbia de los elfos volvió a enemistarlos y tan solo casos aislados como el de Gimli volvieron a tener amistad con ellos. Son enemigos encarnizados de los orcos, trolls y otras criaturas malignas, y muy especialmente de los dragones. Su ferocidad en combate es legendaria, pero lo es aún más la maestría de las armas que utilizan. Es más frecuente verles con martillos y hachas creados para el combate que con espadas y arcos, aunque no dudan en usar cualquier tipo de arma si la situación lo requiere. También van fuertemente protegidos, pues soportan bien grandes pesos. Fueron los inventores de las hachas y martillos de combate, las cotas de malla, las más maravillosas gemas y edificaciones. Eran muy cultos y llevaban numerosos registros de sus actividades, de las que da ejemplo el Libro de los Registros. Les agradaba la música, pero como elemento ceremonial o amenizador, y no por el propio arte musical. Saben disfrutar de la comida, la bebida y los festejos, por lo que en tiempos de paz era habitual la proliferación de enanos obesos. Su religión consiste en la veneración a Aulë, que en su idioma llaman Mahal, el Hacedor. Sin embargo, no le rezan ni le construyen templos, sino que prefieren demostrar su devoción mediante sus obras. La magia de los enanos no es activa, pero imbuyen hechizos y encantamientos en sus mejores obras, como es el caso de algunas armas, gemas y obras arquitectónicas tales como las puertas secretas de sus fortalezas.
Los Siete Padres de los Enanos fueron enterrados en roca y cada uno fundó su Mansión o fortaleza al despertar. Solo se habla de tres en la obra de Tolkien, siendo escasa la información sobre el resto.
Desgraciadamente, en el año 1980 de la Tercera Edad del Sol, el resurgir de un Balrog atrajo a batallones de orcos y trolls, a los que se sumó una especie de kraken, lo que provocó la caída de la Mansión. Décadas más tarde se produjeron algunos intentos de reconquista, que se saldaron con la masacre de los enanos participantes. Tras vencer Gandalf al Balrog de Moria, la profecía de la Batalla de los Cinco Ejércitos que anunciaba que un día Durin VII retomaría el poder en Khazad-dûm cobró mayor verosimilitud que al pronunciarse.
Los Enanos son una de las razas más antiguas del Mundo de Warhammer. Las Montañas del Fin del Mundo, la vasta y adusta cadena montañosa que da forma a la frontera Este del Viejo Mundo, ha sido su hogar desde el principio de los tiempos. En el pasado, fue aquí donde los Enanos construyeron sus gigantescas fortalezas subterráneas; entre altas montañas e interminables abismos. En su momento de apogeo, su reino (llamado Karaz-Ankor) iba desde el punto más al Norte de dicha cadena al punto más al Sur y sus minas llegaban muy por debajo de la superficie de la tierra. Hace tiempo que estos días de gloria terminaron y muchas de sus fortalezas están en ruinas u ocupadas por malvadas criaturas, y sus logros del pasado no son más que recuerdos, viejas sagas que se cantan en los salones medio vacíos de las pocas fortalezas Enanas que siguen en pie. No obstante aun tienen la suficiente fuerza como para intentar resurgir y presentar batalla a sus múltiples enemigos. En la actualidad, los Enanos han intentado recuperar alguna de sus fortalezas caídas y han conseguido grandes victorias para mantener aunque sea una sola de dichos lugares en su poder.
Los Enanos son los mejores mineros y tuneladores del mundo gracias a su pasión por excavar bajo sus hogares en busca de metales, piedras preciosas y otros minerales de valor que allí pueda haber, y tienen un sexto sentido para encontrar estas riquezas. A partir de estas materias primas hacen todo tipo de objetos preciosos, incluidas armas y armaduras, fabulosos navíos y joyas confeccionadas con sorprendente habilidad. Bajo cada fortaleza Enana existe un laberinto de túneles y cavernas excavadas y ampliadas a lo largo de los siglos a medida que los Enanos profundizaban más en busca de nuevas riquezas. Los Enanos obtienen todo lo que quieren mercadeando con materias primas y artefactos con sus vecinos. Tras los muros de las fortificaciones Enanas plantan una serie de cultivos básicos y se alimenta a duras penas cierta cantidad de ganado en los pastos más elevados.
La buena tierra es escasa en las montañas y los Enanos no son buenos granjeros aunque, por el contrario, sí que son entusiastas cazadores capaces de encontrar carne y pieles en los picos más altos. El grano y la fruta llegan hasta las montañas mediante mercaderes que lo cambian en las fortalezas por metal manufacturado y oro.
Cuando las rutas de comercio se cortan por culpa de la guerra y las fortalezas son sitiadas, los rudos Enanos se aprietan el cinturón y se alimentan de pan Enano, un pan hecho a partir de una mezcla de grano salvaje y roca pulverizada ¡que solamente es digerible con una buena cerveza Enana! De hecho, la cerveza Enana es tan nutritiva que los Enanos podrían sobrevivir durante semanas ingiriéndola única y exclusivamente. Toda fortaleza tiene una gran bodega llena de toneles y se enorgullece de la eficacia y sabor único de su cerveza. Los Enanos son tremendamente perfeccionistas y muy habilidosos en los trabajos que desempeñan. Tienen una memoria realmente prodigiosa, mucho mayor que la de cualquier humano, pudiendo recordar hasta los mas mínimos detalles de una conversación, un hecho, una imagen o cualquier cosa que guarden en su memoria.
Acumular riquezas es una de las grandes pasiones de los Enanos. Son una raza muy trabajadora y trabajan duro para alcanzar sus riquezas y posesiones. Entre sus detractores, los Enanos tienen la reputación de ser una raza de cicateros, avaros y tacaños. En realidad, en la cultura Enana la prosperidad equivale a éxito. Los Enanos ven la riqueza como un medio para un fin, y el fin es una vida cómoda y el respeto de sus compañeros.
Aunque muchos Enanos llevan el nombre de su padre como parte de su apellido, los clanes Enanos son matrilineales y los Enanos pertenecen al mismo clan de su madre. Además del gran respeto que inspiran, las Enanas tienen un poder considerable. Ya que tienden a vivir más que los hombres, hay una mayor proporción de mujeres en el Consejo de Ancianos de la sociedad Enana en su conjunto. La matriarca (que es la Enana más anciana) preside el Consejo de Ancianos del clan. Por lo general, actúa en el papel de moderadora, y se reserva sus opiniones ante el consejo. Según la tradición, esta posición recuerda el papel desempeñado por Valaya después de la partida de Grungni, sin embargo, algunos historiadores sugieren que otra de las razones para este hecho es debido a que los Enanos son reacios a reñir delante de una dama, y la presencia de la matriarca en el Consejo asegura que los ánimos se mantienen bajo control.
Los clanes reales son la única excepción a esta disposición; el rey tiene el poder supremo, y como tal, la presidencia del Consejo no se puede atribuir a otra persona. Aun así, se considera natural que la Reina sea la asesora jefe de su marido.
El destino de esta raza está en sus manos. Ellas son las principales maestras de los jóvenes, y los gobernantes del reino. No obstante, están sujetas a un conjunto rígido de reglas. Muy pocas se aventuran fuera de los muros de protección de la fortaleza. Todas las mujeres Enanas están capacitadas para luchar junto a sus hombres en el caso de que la fortaleza sea invadida, pero no se las asigna al peligro expuesto que suponen las primeras líneas de defensa. Si hay mujeres en el campo de batalla, los Enanos varones pelearán con inquebrantable tenacidad:
que una mujer del clan sea asesinada o capturada es una vergüenza inconcebible, y ni uno solo de los Enanos permitirá que ocurra esta desgracia mientras viva.
El valor que se da a la edad y la riqueza en la sociedad Enana, y la escasez de nacimientos de niñas, significa que la mayoría de las novias Enanas son considerablemente más jóvenes que sus maridos, y que la mayoría de los Enanos varones morirán siendo solteros. Contraer matrimonio es considerado como un gran logro para un Enano varón. En la sociedad humana, tal situación podría dar lugar a un gran número de matrimonios arreglados, donde los hombres ricos pagan una gran dote a la familia de la novia y la novia tiene poca capacidad de decisión en el asunto. Entre Enanos, sin embargo, la novia es la que tiene la última palabra en la elección de su marido, y su favor es visto como un valioso regalo y no una mercancía que se compra y se vende. De acuerdo a los estándares humanos, las doncellas Enanas están totalmente mimadas.