La Verdadera Forma de los Ángeles

Todos pensamos en los ángeles como los vemos en las imágenes y pinturas clásicas, con apariencia humana y alas como las de un ave, sin embargo, aunque algunos de ángeles si tienen esta apariencia no todos son así. En la biblia podemos encontrar una descripción muy diferente de los ángeles. Ángeles, Arcángeles y Principados tienen la forma que conocemos de humanos con un par de alas e inmaculados por la luz. Los Poderes, Virtudes y Dominaciones tienen una forma muy similar a la de los Ángeles pero están compuestos por dos o más cuerpos.

Los Tronos tienen la forma de anillos entrelazados y repletos de ojos, giran al rededor de un cuerpo de luz y se mantienen flotando en el aire. También los Querubines son muy distintos pues son un cuerpo con cuatro caras, en su cabeza posan un rostro humano, uno de león, otro de toro y por ultimo el de un águila. Los Serafines son los más enormes de todos, poseen un cuerpo similar al humanos y cuentan con seis alas repletas de ojos, dos cubren sus pies, otras dos cubren su rostro del inmenso resplandor de Dios y con las otras dos vuelan.

El profeta Isaias describe a los Serafines de la siguiente forma: "Estaban encima de el, cada uno con seis alas, con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies y con el ultimo par volaban", Estos Ángeles son los más poderosos y cercanos a Dios, absorben todo el tiempo la divina luz que emana de el y sirven como sus escribas.

Los Ángeles siempre se presentan ante las personas con la frase "No tengas miedo" pues saben que para nosotros los humanos ver su forma es algo sumamente impresionante y sin igual, tan distintos de como los imaginamos que podrían hacernos estallar la mente con tal golpe de realidad. El profeta Ezequiel describe a los Ofanim, la Jerarquía más alta de los ángeles de la siguiente forma, tras una de sus visiones: "Entonces mire, cuatro ruedas a cada lado de los Querubines, sus estructuras brillaban con un destello similar al del topacio, las cuatro tenían la misma apariencia y cada rueda estaba dentro de otra, se movían en todas direcciones, con sus ruedas sin girar al desplazarse y su estructura estaba cubierta completamente de ojos". De esta manera describe a los Tronos.

Lejos de ser aquellos bebes semejantes al dios Cupido de la mitología griega, son descritos como híbridos de animal y humano, totalmente diferentes a la figura popular que conocemos, Ezequiel en la misma visión donde vio a los Tronos describe a los Querubines de la siguiente manera: "Eran figuras con cuatro alas y cuatro caras, sus patas eran rectas y tenían pesuñas de becerro y brillaban como bronce pulido. Bajo sus alas tenían manos humanas, sus caras no volteaban cuando se movían y todos tenían una cara humana, una de león, una de toro y una de águila. En medio de ellos había algo que parecían brazas de carbón en llamas como antorchas que se movían por el aire, el fuego era intenso y relámpagos emanaban de el".

En la Biblia se nos describe a los Querubines como seres antropomórficos, pues tienen cuerpo humano, pero en lugar de pies tienen cascos de toro que brillan como el oro, tienen cuatro alas y cuatro caras: una de león, una de buey, una de águila y la principal es una cabeza humana.

Ezequiel nos describe en su versículo 1:9 a los Querubines: "Sus alas se juntaban unas con otras", por lo que se da a entendre que poseen un grupo homogéneo, con lo que forman una especie de "coraza celestial". En Ezequiel 1:14 se habla de su veloz desplazamiento, "los seres iban y volvían, como si fueran relámpagos".